jueves, 22 de marzo de 2012

LOS HOMBRES AZULES SE LEVANTAN DE NUEVO

El Tuareg, envuelto en sus preciosas telas de color azul, de entre las cuales aparecen los ojos más intensos que una haya visto jamás, es el noble viajero de los desiertos nordafricanos. Su naturaleza nómada hace que esta étnia se reparta a lo largo de los desiertos del Sahara y el Sahel, independientes al gobierno del país en el que estén instalados, casi sin conocimiento de las fronteras que se marcaron después de la independencia de las colonias. 
En el norte de Mali, los tuaregs llevan desde enero librando una batalla contra el gobierno de Amadou Toumani Touré. Reclaman,casi de manera incongruente con su naturaleza nómada, una nación independiente y alegan el abandono y maltrato reiterado que han sufrido por parte del poder central.
Una de las razones principales que esbozan algunos analistas para justificar el por qué ahora de esta rebelión, es que: después del asesinato de Gadafi y la supuesta liberación de Libia, centenares de tuaregs, que lucharon en ambos bandos en ese país, volvieron a Mali armados hasta los dientes. Hecho que ha llevado a reabrir una petición histórica de estos hombres azules que reclaman la independencia de la provincia de Azawad, en el norte del país. 
Desde la contraparte, el Congreso Mundial Amazig (CMA), que agrupa a distintos grupos bereberes y tuaregs, asegura que la rebelión se debe al incumplimiento de los acuerdos de paz firmados en 1992 y 2006 y la reiterada represión que sufren los grupos nómadas.
Cabe destacar que la rebelión tuareg está dividida en dos bandos, lo que ha hecho que la fuerza con la que empezó este levantamiento se haya ido debilitando. La división existe entre el grupo mayoritario, el Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) de carácter laico y la facción salafista, próxima a AlQaeda. 
Pero, ¿Cuáles han sido los efectos de esta guerra civil en el desierto? 
Por un lado, la ONU, cifra en 161.00 desplazados a causa de este conflicto y la hambruna que afecta el norte del país. Personas que han huido hasta Mauritania y Níger donde se han levantado campamentos para los refugiados.
Por el otro, ha provocado que los militares malienses se hayan levantado contra el presidente Toumani Touré, apartándolo del poder por la ineficacia del gobierno en el conflicto, según dice el ejercito. Este golpe de estado ha provocado que la inestabilidad en el país aumente; se han disuelto las instituciones estatales y se ha suspendido la Constitución. 
Desde hace un tiempo, la zona del Sahel se ha situado como zona de prioridad internacional por ser el escondrijo de terroristas, narcotraficantes y las distintas formas de bandidos que uno pueda imaginar, aunque es importante diferenciar ambos fenómenos. No se debe confundir el terrorismo y el pillaje con una petición legítima de un pueblo con una identidad histórica y casi mística a los ojos de un occidental. Petición que se refiere al respeto de una cultura distinta amarrada a un país que no respeta la diferencia. 


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