miércoles, 8 de febrero de 2012

LA JUSTICIA ESPAÑOLA SE SIENTA EN EL BANQUILLO

¿Se imagina usted un país donde el juez que decide investigar los crímenes de lesa humanidad ocurridos dentro de sus fronteras sea finalmente el acusado?No, no es Corea del Norte o Siria, es lo que está ocurriendo en España.
El juicio contra el juez Garzón por investigar crímenes cometidos durante el franquismo como las desapariciones forzosas o ejecuciones extrajudiciales entre otros, a llevado a la justicia española al punto de mira de expertos en derechos humanos y juristas internacionales de gran prestigio. Aseguran que está situación puede dañar la calidad del Estado de Derecho español, y muchos de ellos han asistido durante todo el proceso como observadores internacionales para asegurar que el juicio sea justo. Una situación que estamos acostumbrados a ver en países donde el estado del bienestar brilla por su ausencia y que están gobernados por sátrapas que llevan 50 años en el poder, no en un país democrático y con la etiqueta de respetar los derechos humanos.   
Es una aberración que finalmente quien acabe en el banquillo sea el juez que se atreve a plantarle cara a la rémora franquista que todavía pervive en España hoy en día y que en este caso está representada por el pseudosindicato ultraderechista "Manos Limpias", la única acusación que se presentó en el caso. También lo encontramos enquilosado en el poder judicial como en el juez instructor Luciano Varela, que de manera clara ayudo a "Manos Limpias" a desarrollar su acusación para que fuera válida para iniciar el juicio.
Un proceso que nació viciado y que perjudica de manera clara al desarrollo independiente de la  practica judicial y, lo que es más importante,a aquella justicia que se encarga de sacar a la luz las atrocidades ocurridas durante la dictadura franquista y dar el auxilio negado a los familiares y víctimas de dichas atrocidades.
Una "ley de amnistía" nunca puede apelarse en casos de crímenes de lesa humanidad y además se contradice con los dictámenes del derecho internacional de los derechos humanos, que asegura que la responsabilidad de los Estados es evitar, investigar y castigar dichos crímenes.
Las muestras de apoyo al juez Garzón ponen en evidencia que las víctimas del franquismo están faltas de una respuesta de justicia que piden desde 1977. Como dice Pilar Bardem, actriz y reconocida activista española "Las heridas hay que abrirlas, para lavarlas, sino se pudren". Y esas heridas son las que todavía algunos no quieren abrir por miedo a ser reconocidos como perpetradores o acólitos de los crímenes cometidos durante el franquismo
Si el juicio contra el juez Garzón sienta precedente ¿Quién se va a atrever a poner sobre la mesa las denuncias sobre estos crímenes?¿Quién lo va a hacer si cualquier grupito fascista puede hacer que lo inhabiliten durante 20 años?
Uno puede dudar de la práctica y el afán de protagonismo de Garzón durante su carrera, pero su labor por la defensa de los derechos humanos ha sido clara y firme, por ejemplo, la persecución del dictador chileno Augusto Pinochet. 
El juicio contra el juez Garzón y la pérdida de independencia de la justicia española, han quedado vistos para sentencia. 

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