Henrique Capriles Rodonski (39) es la nueva cara visible de la oposición venezolana a Hugo Chávez después de vencer por más del 60% de los votos en las primarias de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que concentra a una veintena de partidos del más amplio espectro político, desde la extrema izquierda a la centro-derecha.
A modo de currículum, Capriles a su edad tiene una amplia carrera política como exgobernador del Estado de Miranda, uno de los más poblados de Venezuela. En el plano de la política municipal Capriles ejerció como alcalde de la ciudad de Baruta. También fue el presidente más joven que tuvo la desparecida Cámara de Diputados del Congreso venezolano.
Después de la victoria de Capriles, la mayoría de sus contrincantes en estas primarias históricas han felicitado al ganador y han asegurado que apoyaran al candidato contra el enemigo común. Ese es el objetivo último de esta amalgama de partidos que desde visiones tan distintas persiguen terminar con los trece años del gobierno de Chávez.
Casi tres millones de venezolanos desafiaron el miedo a represalias políticas y se atrevieron a votar en estas primarias en un país en que la disidencia y oposición política son normalmente perseguidas por el chavismo. ¿Quien podía votar? Las personas que estuvieran registradas en el censo nacional venezolano. Lo hicieron tres millones de personas que representan el 16% de éste. Aunque parece poco, es un dato alentador en un país donde es peligroso no profesar con el mensaje chavista. Es por eso que la oposición se muestra satisfecha con los datos de participación, ya que superó con creces los cálculos que se hicieron en un primer momento.
Ahora la pregunta es la siguiente: ¿Serán Capriles y la MUD capaces de ganar las elecciones presidenciales?
Según la prensa internacional y distintos analistas, a Capriles le queda un camino arduo, plagado de juego sucio y dificultades para desarrollar la campaña presidencial. A eso, también se le suma el gran carisma y la amplia plataforma pública con la que cuenta Chávez, que complican todavía más el objetivo de la MUD. Además, Chávez todavía cuenta con el 50% de popularidad, que a pesar de los grandes problemas estructurales que padece Venezuela se basa, sobre todo, en el apoyo de las clases más humildes del país que se han sentido bien cuidadas y beneficiadas por los 13 años del gobierno chavista.
En contra de Chávez está sin duda el grave problema de la inseguridad ciudadana. La mayoría de la población venezolana coincide en señalar que es un problema que el gobierno no ha sabido y no sabe como resolver. Por otro lado, la falta de abastecimiento de algunos productos básicos y la alta inflación también juegan en contra de Chávez. En lo político, es la primera vez que el candidato opositor es elegido mediante una votación popular lo que le da cierto apoyo en la ciudadanía. El mensaje de Capriles es gobernar para todos, sin distinción, el lema es la inclusión, no la exclusión, tan utilizada por Chávez con el mensaje de "Conmigo o contra mí".
El 7 de Octubre se celebrarán las elecciones presidenciales y sólo entonces se conocerá la voluntad del pueblo venezolano, esperando que el proceso sea limpio y sin trampas por parte del oficialismo, y que finalmente el resultado se corresponda con lo que efectivamente quieren los venezolanos.
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